La artrosis de rodilla es una de las afecciones más comunes que tratamos en la consulta de traumatología del Dr. Pablo Subirán, en Pontevedra. Se trata de una enfermedad degenerativa que provoca el desgaste del cartílago que recubre los extremos de los huesos de la articulación de la rodilla. Este cartílago actúa como un amortiguador; al deteriorarse, los huesos rozan, causando dolor, rigidez, hinchazón y limitación del movimiento.
Si bien es más frecuente con el avance de la edad, existen tratamientos muy eficaces para aliviar los síntomas y mejorar su calidad de vida, a menudo sin necesidad de pasar por el quirófano.
1. Modificación de la actividad y fisioterapia
Uno de los pilares del tratamiento es la modificación de actividades que sobrecargan la rodilla (como correr o saltar) y sustituirlas por ejercicios de bajo impacto como la natación o el ciclismo. La fisioterapia es crucial, ya que ayuda a fortalecer la musculatura que rodea la rodilla, especialmente el cuádriceps, proporcionando mayor estabilidad y actuando como una "funda protectora" para la articulación.
2. Control de peso corporal
Mantener un peso saludable es, quizás, el tratamiento no quirúrgico más impactante. Cada kilogramo de peso corporal se multiplica por cuatro o más al cargar la rodilla al caminar o subir escaleras. Perder incluso un pequeño porcentaje de peso reduce significativamente la presión sobre la articulación, aliviando el dolor y ralentizando la progresión del desgaste.
3. Farmacoterapia (analgésicos y antiinflamatorios)
Para controlar el dolor y la inflamación se utilizarán analgésicos y si es necesario, antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), ya sean por vía oral o tópica. Estos medicamentos se han de usar bajo supervisión médica para evitar efectos secundarios y conseguir la dosis justa.
4. Infiltraciones de ácido hialurónico
El ácido hialurónico es un componente natural del líquido sinovial, que lubrica y nutre el cartílago. Al inyectarlo en la rodilla, se mejora la calidad del líquido sinovial, actuando como un 'aceite' y un 'amortiguador' que puede aliviar el dolor durante meses y mejorar la movilidad de la articulación.
5. Infiltraciones con plasma rico en plaquetas
El plasma rico en plaquetas es una terapia biológica que utiliza los propios factores de crecimiento del paciente. Se extrae una pequeña muestra de sangre, se centrifuga para concentrar las plaquetas y se infiltra en la rodilla. Estos factores de crecimiento tienen un potencial antiinflamatorio y regenerador, que puede estimular la reparación de tejidos y reducir el dolor de forma significativa.
Traumatólogo especializado en dolencias en la rodilla en Pontevedra
Si vive en Pontevedra o alrededores y padece dolor de rodilla, no espere a que la situación empeore. Pida una consulta con nuestro traumatólogo, el Dr. Pablo Subirán, que presta consulta en el Centro Médico Climenova. ¡Le ayudaremos a recuperar su calidad de vida!