La artroplastia total de cadera, consistente en el reemplazo de la articulación coxofemoral mediante la implantación de una prótesis, es un procedimiento quirúrgico electivo que se indica en pacientes que presentan dolor persistente y limitación funcional significativa de la cadera, refractarios al tratamiento conservador.
La decisión de proceder con esta intervención se basa en una evaluación integral que considera diversos factores clínicos, radiológicos y del estilo de vida del paciente. ¿Quiere saber más al respecto? Quédese a leer este nuevo post que le traemos desde la clínica de traumatología del Dr. Subirán, en Pontevedra.
Indicaciones clínicas primarias
La indicación clínica más común para la artroplastia de cadera es la osteoartritis avanzada, caracterizada por la degeneración progresiva del cartílago articular, lo que conlleva dolor, rigidez y limitación de la movilidad.
Otras indicaciones incluyen la artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune inflamatoria que afecta a múltiples articulaciones, incluyendo la cadera; la necrosis avascular de la cabeza femoral, resultante de la interrupción del suministro sanguíneo al hueso, provocando su colapso; las fracturas de cadera complejas, especialmente en pacientes de edad avanzada; la displasia de cadera, una anomalía congénita en el desarrollo de la articulación; y la anquilosis de cadera, una fusión ósea que impide el movimiento.
Criterios de selección del paciente
Los candidatos ideales suelen presentar:
- Dolor significativo. Dolor en la cadera que interfiere con las actividades de la vida diaria, el descanso nocturno y que no se alivia con analgésicos, fisioterapia u otras medidas conservadoras.
- Limitación funcional. Dificultad para caminar, subir escaleras, vestirse o realizar otras actividades cotidianas debido a la rigidez y el dolor de la cadera.
- Evidencia radiológica de daño articular. Hallazgos en radiografías, resonancia magnética u otras pruebas de imagen que confirman la presencia de una patología articular avanzada.
- Estado de salud general aceptable. El paciente debe tener un estado de salud general que permita tolerar la cirugía y la rehabilitación postoperatoria. Se evalúan comorbilidades preexistentes que puedan aumentar el riesgo quirúrgico.
- Motivación y expectativas realistas. El paciente debe comprender los objetivos y las limitaciones de la cirugía, así como comprometerse con el programa de rehabilitación postoperatoria.
Contraindicaciones relativas y absolutas
Las contraindicaciones absolutas incluyen la presencia de una infección activa en la articulación de la cadera o una sepsis generalizada. Las contraindicaciones relativas pueden incluir comorbilidades médicas no controladas, enfermedad vascular periférica grave, obesidad mórbida o un estado neuropsiquiátrico que impida la colaboración del paciente en la rehabilitación.
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El Dr. Pablo Subirán es experto en el tratamiento de dolencias de cadera, tales como artrosis, trocanteritis o pinzamientos fémoro-acetabulares. Póngase en contacto con nosotros y solicite cita previa con nuestro traumatólogo en Pontevedra para que este valore si el implante de una prótesis es la mejor solución para su caso. ¡Le esperamos!